La Gran Depresión y el profesionalismo del fútbol
Durante los años 30 el mundo sucumbió sus estructuras con una crisis económica sin precedentes: La gran depresión, que se originó en Estados Unidas tras la caída de la bolsa del martes 29 de octubre de 1929. Tras una estabilización mundial en la economía por el año 1925, Estados Unidos protagonizó esta catástrofe económica en donde cayeron rotundamente los valores de la bolsa de Nueva York, producto del desconocimiento en el manejo de acciones en donde la gente sacaba préstamos para comprarlas por valores mayores de lo que la empresa valía en sí. Esto repercutió en todos los países del mundo, incluida Argentina, en donde hubo cientos de despidos y un freno en el proceso de industrialización. Además, bajó la demanda, y se formó un círculo de desempleo y desindustrialización.
Años más tarde, en 1931, comenzó un período de cambio en el fútbol argentino: del amateurismo al profesionalismo. Es decir, tanto los jugadores como los cuerpos técnicos de los clubes de este deporte, comenzarían a cobrar un sueldo y serían empleados legales. La pregunta es… ¿Están estos dos grandes hitos de la historia relacionados?
En primer lugar, en los años de fútbol amateur, los jugadores tenían un trabajo regular y practicaban el deporte como hobby. Lo que sucedió años más tarde fue que, mientras algunos clubes comenzaron con este proceso hacia el profesionalismo, la AFA (Asociación del Fútbol Argentino) se opuso rotundamente. Es por eso que el 31 de mayo de ese año se crearía la “Liga Argentina de Football”, en donde 18 clubes acordaron un certamen donde se les pagaría a los jugadores del club. Años más tarde, la AFA aprobaría el profesionalismo y la Liga Argentina de Football dejaría de existir. ¿Pero a que se debió este cambio abrupto en el deporte?
¿eXISTE ALGUNA CORRELACIÓN ENTRE LA GRAN DEPRESIÓN ECONÓMICA QUE SURGIÓ EN ESTADOS UNIDOS Y LA PROFESIONALIZACIÓN DEL FÚTBOL ARGENTINO?
Debemos recordar que La Gran Depresión llevo a países de todo el mundo, incluida Argentina, a perder cientos de puestos laborales. La mayoría de los jugadores de fútbol tenían un empleo paralelamente a su deporte, así que sería lógico pensar que muchos deportistas quedaron desempleados en ese contexto. Además, como afirma Jonathan Wilson en su libro “Ángeles con caras sucias”, ese colapso económico evitó a que los clubes europeos (casi todos ya profesionales) incorporaran jugadores argentinos por el costo económico que esto significaba. Esto incentivó a que los clubes retuvieran a estos jugadores a cambio de dinero, como lo hacían en el viejo continente.
Asimismo, el historiador Osvaldo Bayer afirma que “a los jugadores -amateurs hasta ese momento- se los retiene en los clubes por dinero, y los clubes que tienen dinero atraen a los mejores de los clubes pobres”. En esta frase podemos ver cómo se empieza a perfilarse un mercado interno entre los clubes.
Por lo tanto, ante la imposibilidad que tenían los jugadores de ir a Europa a ganar dinero y la gran tasa de desempleo en el país (ambas situaciones generadas directamente por la crisis del 29), a los clubes les parecía rentable la opción de contratar jugadores, y a su vez, los deportistas vieron en el fútbol argentino una posibilidad concreta de realizarse como jugadores profesionales y lograr una estabilidad económica.