El panorama es incierto. Los medios de comunicación debieron adaptarse no solamente a los cambios de programación sino a los protocolos de salud para poder trabajar.

Bajo estos estándares creció el uso de Skype y llegaron para quedarse plataformas como Zoom. La cantidad de gente, tanto en las redacciones como en los estudios de radio y televisión, se redujo exponencialmente no sólo por prevención sino para respetar el distanciamiento social.

Hay que hacer un párrafo aparte para la situación económica. La cadena de pagos a nivel general se cortó y los medios no quedaron ajenos al problema. Varias empresas requirieron de la ayuda del gobierno a través del ATP, para poder pagar los sueldos y cumplir con los empleados. Nadie sabe qué secuelas dejará tanta incertidumbre.

Otro de los puntos que deberíamos analizar son los contenidos. La propuesta del On Demand – este sistema bajo demanda que ofrece diferentes alternativas como Netflix, Flow y Amazon – fue de mucha utilidad durante la cuarentena. Este comportamiento de ver lo que tengo ganas cuando quiero y cómo quiero se posicionó muy bien entre los televidentes.

Mi pregunta es si no nos habremos empachado de todas estas propuestas. Hace 10 años decían que la radio estaba muerta y hoy está mas fuerte que nunca. “A la tele le queda poco” pronosticaban algunos no hace mucho. Yo no me adelantaría. Es cierto que que los tiempos cambiaron, y que deberemos adaptarnos, más aún después de este cimbronazo a nivel global.

Cómo dije al principio, el panorama es incierto. No solo de los medios, sino de nuestro estilo de vida después que todo esto pase. Trae alivio y reconforta ver cómo en algunos países de Europa las cosas volvieron a la normalidad ¿Será así para nosotros? Hoy todo parece muy lejano.

*El autor es periodista en América TV y asesor en comunicación estratégica.