La anti-docencia tiene nombre y apellido: Laura Radetich

“Por una educación que nos enseñe a pensar y no a obedecer”, Paulo Freire (1921-1997)

La escuela y la docencia debería ser un espacio en donde los jóvenes aprendan a construir un pensamiento crítico frente a los distintos contenidos pedagógicos, para un mejor desempeño laboral y social.

Pero en la Escuela Secundaria Técnica Nº2 de La Matanza pasó todo lo contrario. Laura Redetich, profesora de historia en cuarto año de la escuela “María Eva Duarte”, cometió el grave error de interponer la docencia con la política partidaria y asegurarles a sus alumnos que la crisis económica que vive hoy en día la Argentina, es producto de la gestión de Mauricio Macri (2015-2019), entre otras afirmaciones subjetivas.

La docente se corrió de su rol y no pudo producir un debate con pluralidad de voces y fomentar el análisis y la reflexión entre sus alumnos, que muchas veces enriquece las prácticas. Convirtió un acto pedagógico sumamente provechoso, en un monologo partidista y violento contra un estudiante de 16 años que solo se hacía preguntas. Y la frutilla del postre fue el uso de la violencia verbal hacia el alumno. 

La docente se corrió de su rol y no pudo producir un debate con pluralidad de voces y fomentar el análisis y la reflexión entre sus alumnos, que muchas veces enriquece las prácticas

Mientras que la actitud de Jeremías es sumamente valorable desde el punto de vista pedagógico, porque no solo cuestiona los dichos sin sustento de Redetich, sino que también se animó a pensar distinto y decirlo frente a la clase. Esos alumnos generan la posibilidad de abrir un foro de discusión en donde se retroalimenten todos los pensamientos y avalorar el ámbito de aprendizaje.

Uno de los puntos más preocupantes de la polémica, son los dichos del presidente Alberto Fernández. Dado que el mandatario es profesor de la Universidad de Buenos Aires en la carrera de derecho penal, sabe cómo brindar una clase que sea fructífera para los estudiantes, ¿o no?

Pero lejos de repudiar la actitud de la docente, Fernández la defendió y aseguró“Que haya tenido ese debate es formidable. Abre las cabezas de los alumnos, es una forma de invitar a discutir, de invitar a pensar y de abrir la cabeza de la gente”. La gran incógnita es ¿en qué momento fue un debate y en qué te puede abrir la cabeza una docente que hace un monologo a los gritos queriendo tener la razón?

Aparte de invitar a pensar y abrir la cabeza de los jóvenes, la docencia tiene que incitar la escucha y el respeto frente a las ideas y opiniones de todoslos presentes, por más que no coincidan, presidente.

Si bien se le ha hecho un sumario, la Dirección General de Escuelas y Educación de la Provincia de Buenos Aires investigará su conducta y determinará si le corresponden sanciones. Sería inaceptable y vergonzoso que pueda volver a su trabajo sin enfrentarse a una sanción severa ya que se desvalorizaría el trabajo de la verdadera docencia.

Y pondría en jaque la educación argentina que tan dañada está hace años. Donde, a la hora de decretar la cuarentena más larga del mundo, no se tuvo en cuenta que un 18% de los adolescentes no tuvo internet en sus hogares y el 37% no contenían una computadora para realizar tareas escolares, según una encuesta realizada por UNICEF.

Y si la máxima autoridad del país generó que más de un millón de alumnos dejaranlas aulas y no repudia estos hechosanti-docencia, ¿Quién garantiza que en la Argentina no se van a seguir reproduciendo estas situaciones y se van a generar políticas públicas que aseguren una educación digna y de contención para que nadie quede fuera del sistema educativo?