Emprender en cuarentena
En este contexto de incertidumbre que estamos viviendo en consecuencia de la pandemia por coronavirus, mucha gente destapó su lado creativo. A pesar de las adversidades económicas, sociales y emocionales desatadas por el aislamiento, diversas personas decidieron desarrollar proyectos que venían postergando por el frenesí del día a día o, simplemente, crearon en estos últimos meses.
Se entiende por emprendedor a una persona que tiene la capacidad de crear o identificar oportunidades de negocios y actúa en base a ello. Si bien el emprendimiento es un término muy utilizado en el ámbito empresarial, cada vez son más los proyectos personales en el mercado.
Las redes sociales y plataformas disponibles son factores esenciales para la difusión y éxito de estos emprendimientos. Pueden ser productos tangibles como indumentaria, reventa de artículos o proyectos audiovisuales como canciones o podcasts. Las generaciones nativas digitales invierten mucho tiempo en el uso de redes como Instagram, Twitter y Tik Tok y esto es esencial a la hora de darle identidad a su marca. La facilidad de crear una página web para vender cosas también facilita la monetización o rentabilidad.
La clave está en buscar negocios que no requieran mucha inversión inicial. Lo ideal es ofrecer productos esenciales, pero en caso de no ser así, la mejor opción es inclinarse al entretenimiento. Si la persona emprendiendo decide ir por un producto que no es de primera necesidad o de distracción, debe atribuirle valor agregado a su producto que lo diferencie de los que ya existen en el mercado y así sea exitoso.
En este contexto particular diversas personas decidieron desarrollar proyectos que venían postergando. las redes sociales y las plataformas disponibles son factores esenciales para la difusión.
Sofía Glecer es estudiante de Administración de Empresas en la UCA, tiene 21 años y vive en Villanueva. En marzo de este año se fue de intercambio con la facultad pero tuvo que volver por la pandemia. En este contexto de aislamiento, la joven quiso indagar en el mundo laboral y supo aprovechar la situación: en un momento donde aumentó la demanda por productos de limpieza e higiene, Sofía pudo hacer negocio con esa necesidad. “La pareja de mi mamá tiene una química hace 40 años, es una empresa familiar. Él le vende a revendedores o a pequeñas empresas, no hace Business to Customer (B2C). Ahí me di cuenta que quería ayudarlo a vender más, pero él no estaba interesado en venta directa a clientes”, nos cuenta la estudiante.
Comenzó el proyecto abriendo una cuenta de instagram (@tucasamasquelimpia) y empezó a publicar los productos: “Me pareció una buena oportunidad, sobre todo porque creo en la calidad del producto. Aparte con todo esto del higiene y la limpieza por el covid, ahora la gente tiene mucho más en cuenta los productos de limpieza y se fijan en la eficacia de los mismos, no compran cualquier cosa. Yo te vendo líquido desinfectante con aroma que es de calidad, no es agua con color”.
Si bien Sofía es revendedora de productos, asegura ofrecerlos a un precio mucho menor de lo que se vende en el supermercado y apuesta mucho a la calidad de los mismos porque ella misma los usa. “Vendo los productos al precio más barato y como realmente creo en lo que estoy vendiendo, me gusta hacerlo. Me mueve por el lado de que la gente tenga un producto que valga la pena por lo que está pagando”, nos comenta.
Camila Sosa define su marca como auténtica, familiar, libre de género, con mucha onda y amor. Adore Your Hoodie (@adoreyourhoodie) se trata de un emprendimiento creado por la joven, su hermana Rocío, su mamá y una amiga de la familia. Las hermanas ya tenían la idea hace mucho tiempo: “Todo surgió porque nosotras queríamos unos buzos que no encontrábamos por ningún lado, solo veíamos en páginas de Estados Unidos. Acá en Argentina no lo encontrábamos entonces decidimos mandar a hacerlos nosotras, por nuestros medios”.
“Mi mamá es bordadora industrial y su mejor amiga es fabricante de ropa: teníamos todo a nuestro alcance así que decidimos lanzar el emprendimiento”. Camila se encarga de generar contenido para redes, armar el packaging y coordinar envíos. Rocío habla con los clientes, toma los pedidos, lleva las cuentas, elige las telas y colores del hilo. Su mamá borda y la amiga les vende los buzos en los colores y tamaños que le pidan.
“No elegimos hacerlo puntualmente en este momento, sino que se dio porque vimos una oportunidad: fabricar algo que nosotras compraríamos como clientas y que no estaba en el mercado argentino” nos dice la emprendedora. Es un claro ejemplo de encontrar una necesidad, averiguar lo que se precisa para hacerlo y fabricar productos para suplir esa falta en el mercado. En este caso, el valor agregado está en la personalización, los precios accesibles y la originalidad. Rocío y Camila aseguran estar muy felices y siempre piensan cómo reinventarse para seguir adelante con esto post-pandemia.
“Somos una tienda hecha con amor y consciencia, gestada a la vera del mar. Nos encontramos en Chapadmalal, una comunidad preciosa al sur de Mar del Plata”, así describe Matías su emprendimiento. La Chapa Tienda surgió a fines de junio de este año en plena pandemia mundial que estancó a emprendedores imposibilitando esa principal fuente de ingresos para mucha gente.
El emprendedor nos dice: “Le damos mucha importancia al valor humano que hay en cada pieza, al esfuerzo que lleva hacerlas, la dedicación y el esmero que tenemos de querer salir adelante”. Eso sumado al trabajo duro de los artesanos y la confianza de sus clientes, permitió que este proyecto sea exitoso.
Los productos de @lachapatienda están hechos a mano por artistas locales y utilizan materiales reutilizables y ecológicos. “El objetivo es ser el puente entre la obra de artistas y el hogar de todos nuestros clientes y amigos, creando así una comunidad basada en el trabajo sustentable y apoyo del desarrollo local”, nos cuentan desde La Chapa Tienda.
“La Chapa Tienda ofrece productos únicos, trabajamos a producción por pedido y venta por catálogo, brindando a todos los que compran piezas únicas, intencionadas especialmente para ellos”, siendo éste uno de sus aspectos centrales. Vivimos en un mundo donde el daño al medioambiente es innegable y cada vez más preocupante. Con esto en mente, desde La Chapa Tienda ofrecen la opción de comprar productos ecológicos desde el packaging hasta lo que venden, así tratando de generar un impacto ambiental cero.
Estos tres emprendimientos son un claro ejemplo de cómo las personas se reinventan ante situaciones de crisis y le buscan la vuelta para crear algo nuevo, generar ingresos y satisfacer demandas de los clientes. Siendo nuestro país tan inestable económicamente, es de suma importancia apoyar este tipo de proyectos y pequeñas empresas.