Samid: ¿Salidas laborales o violación de la Ley?
José Alberto Samid, conocido también como el “Rey de la Carne” es un empresario y político de Argentina que fue diputado provincial entre 1987 y 1991. Samid en el 2019 fue condenado por la Cámara Federal de Casación Penal a cuatro años de prisión debido a formar parte de una asociación ilícita y por una supuesta evasión de impuestos en la comercialización de carne durante la década de los 90’.
Pero, recientemente varias personas que se encontraban comiendo en un restaurante de Ramos Mejía lo vieron violando la prisión domiciliaria -que se le otorgó a fines del año pasado como consecuencia a sus problemas de salud-, y lo echaron del lugar. La expresión resonante en cada comensal era “Vergüenza te tienen que dar, andate chorro”.
Samid tuvo que levantarse e irse, pero aseguró que su visita fue por relaciones labores. Además, cabe destacar que -según los testigos- huyó, como si quisiera escapar tal como hizo años atrás cuando estaba prófugo de la Justicia y fue detenido en el aeropuerto de Ezeiza. Por su parte, los representantes del restaurante “Paja Rota” negaron, se desligaron de ese dicho y lanzaron un comunicado explicando que no tienen ninguna relación con Alberto Samid.
¿existe un control efectivo sobre las prisiones domiciliarias? ¿Las demás personas que también están bajo prisión domiciliaria tienen ciertos “permisos”?
Otro punto a resaltar es que, según el empresario de las carnes, si bien tiene la tobillera electrónica, le dan permiso para salir tres veces por semana: los lunes, miércoles y viernes para salir a trabajar ¿Es justo? ¿Realmente existe un control? ¿Las demás personas que también están bajo prisión domiciliaria tienen este permiso? Varios especialistas aseguran que existe un monitoreo y que sólo conceden este permiso mientras que no haya peligro de fuga. Pero también se sospecha que, en muchos casos, utilizan la prisión domiciliaria para no sobrepoblar las cárceles. Por lo tanto, no es nada totalmente seguro o comprobado.
Desde la parte legal, el abogado Mauricio D’ Alessandro explicó en Radio Rivadavia que en tanto no haya incumplido con los días y horarios que él tenía permitido salir u obstruido el chequeo del GPS de su tobillera no debería tener consecuencias graves. “El juzgado que controla su sentencia tendrá que verificar que la pulsera electrónica estuviera conectada”, aseguró D’ Alessandro. Además, añadió que la mayoría de la veces quien tiene la prisión domiciliaria termina incumpliendo la pena.