Permítame dar una pequeña introducción para todos aquellos que no están completamente porteño-centrados. Hace unos cuantos días la legisladora porteña Ofelia Fernández lanzaba un proyecto para que el gobierno regale protectores solares a la gente por considerarlos algo “esencial”. Ante todo, quiero aclarar que la crítica de este artículo no es ni hacia la legisladora ni hacia el proyecto en sí, no tengo grandes críticas contra Ofelia y el debate del proyecto me parece hasta cierto punto lógico, pero si me sirvió para abrir una pequeña reflexión que me encantaría compartir en esta primera nota del 2022.

Cual Dora la Exploradora, arranco con una pregunta para pensar ¿Recuerdan ustedes lectores la última vez que este gobierno lanzó una propuesta relacionada con la productividad? Pregunta difícil ¿no? Ya se cumplieron más de dos años desde que este gobierno tomó el poder, corresponde reconocer que no les han tocado tiempos fáciles pero desde que asumieron solamente han existido dos tipos de proyectos parlamentarios, los que buscan regalar algo (comida, un bono extraordinario, un protector solar) o los que buscan recaudar algo (aumentar cualquier tipo de impuesto aumentable). Parecería ser que estas son las únicas ideas que se le caen al oficialismo. Siéntanse libres de contradecirme si creen que me equivoco. Pero esperen atentos porque aún no llegó mi crítica principal, y es que a mi humilde opinión no es que este mal otorgar cosas a quién mas lo necesite, como tampoco creo que este mal aumentar lo lógicamente aumentable, lo incorrecto es que no exista en gobernantes argentinos ninguna propuesta (literalmente ninguna) que busque generar dinero, ninguna propuesta que busque crear empleos, potenciar industrias, impulsar el crecimiento, en esencia no hay ninguna propuesta que apunte a la productividad y sin productividad, no habrá plata y sin plata ¿Quién va a pagar por el protector solar de Ofelia? 

nO HAY PROPUESTAS DE GOBERNANTES ARGENTINOS QUE BUSQUE GENERAR DINERO, crear empleos, potenciar industrias, impulsar el crecimiento

Las pocas propuestas que llegan no las crea el gobierno y son rápidamente rechazadas por la mayoría de la sociedad; no a las plataformas en el mar porque se daña el océano, no a las granjas de salmón porque se daña el salmón, no a las empresas de afuera porque se llevan la plata, no a las empresas de adentro porque la “quieren toda para ellos”. El problema no se lo adjunto exclusivamente al oficialismo pues proyectos como el del protector solar tranquilamente podrían haber salido de legisladores opositores como Carrió, Lousteau, Massot, entre otros. Existe un factor en la mentalidad argentina con una sociedad que quiere regalar como Noruegos, pero producir como cubanos y así nace un vacío entre lo que se quiere otorgar y entre lo que efectivamente se puede otorgar, vacío que cubrimos yendo más allá de nuestras capacidades económicas ya sea imprimiendo billetes o endeudando nuestra alma, pero nunca aumentando la productividad, asociando esta palabra a un pecado capital.

De cualquier manera, no quiero ser ni apocalíptico ni dramático, creo que todo se puede solucionar y corregir. Siguiendo esta línea, como conclusión yo mismo lanzo una propuesta; podríamos pedirle a los legisladores que por cada aumento o regalo que propongan este sea acompañado con alguna propuesta productiva, quizás así, en unos 120 años logramos cerra el vacío entre lo que gastamos y lo que generamos.