La contaminación ambiental en Villa Inflamable, un problema que se remonta al Siglo XX

Según un informe de JICA en el lugar existen más de mil tanques que pueden contener 1.500.000 metros cúbicos de combustible y otros cientos de miles de sustancias químicas. Ello, podría ocasionar una reacción en cadena, una verdadera catástrofe.

Por Milagros Gagliardi

En el barrio de Villa Inflamable la contaminación forma parte de la vida cotidiana de unas 10 mil personas que respiran y conviven con los restos de un enorme Polo Petroquímico, el de Dock Sud, conformado por más de 40 empresas de enormes chimeneas que despiden al aire residuos tóxicos durante las 24 horas contaminado en aire, el suelo y la tierra. Allí, las consecuencias de la contaminación se pagan con la salud sus habitantes.

En 2018 la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que solo la contaminación del aire, tanto en ciudades como en zonas rurales causa cada año 4,2 millones de muertes prematuras en todo el mundo, donde la mortalidad se debe a la exposición de partículas pequeñas que generan enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cáncer. Esto nos permite entender una pequeña parte de las consecuencias que se desarrollan en el barrio.

Sin embargo, la contaminación ambiental en Inflamable se remonta al siglo XX y se extiende hasta la actualidad. El mismo está ubicado a solo cinco kilómetros de Buenos Aires, un lugar donde más de 1800 familias conviven desde hace décadas bajo emanaciones tóxicas, un espacio donde la mitad de los niños de 5 años tienen altos niveles de plomo en sangre, y por si fuera poco limita con el Riachuelo, uno de los ríos más contaminados del mundo.

El epicentro de la contaminación se reduce al Polo Petroquímico, el mismo nació en 1914 con el arribó del Grupo Royal Dutch Shell a través de su filial Anglo Mexican Petroleum. Sin embargo, recién en 1931 se instaló Shell, la primera refinería de la zona.

La contaminación ambiental en Villa Inflamable se remonta al siglo XX y se extiende hasta la actualidad en donde más de 1800 familias conviven desde hace décadas bajo emanaciones tóxicas

Desde dicha época comenzaron a desarrollarse los primeros movimientos industriales con la llegada de refinerías, plantas de petróleo y derivados, hornos incineradores de residuos, plantas de almacenaje de productos químicos, una central termoeléctrica y así hasta la actualidad, donde casi 50 empresas instaladas en el lugar contaminan el aire, suelo y tierra poniendo en riesgo la salud de sus habitantes.

El “Polo” como lo llaman en el barrio se conformó con la llegada de numerosas empresas petroleras y químicas que se instalaron sin un diseño de urbanización industrial que considerara su carácter altamente contaminante. La instalación de una planta incineradora de residuos patogénicos e industriales y el tendido de la empresa Central Dock Sud de un cableado de alta tensión que transporta 132 mil voltios situado a diez metros de los depósitos de combustible en el año 1999 son algunos de los ejemplos que dan cuenta de ello.

Según un informe de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional (JICA por sus siglas en inglés), el barrio es uno de los lugares más afectados por enfermedades epidemiológicas, diversos tipos de cáncer, enfermedades respiratorias como asma, trastornos de embarazos y disminución del coeficiente intelectual de los niños. No obstante, en caso de que el organismo de la Autoridad de la Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) creado por el Estado Nacional en 2008 para sanear la Cuenca no actúe en tiempo y forma, las enfermedades podrían crecer exponencialmente a futuro.

Las consecuencias siempre han sido graves y podrían extenderse aún más a futuro. Tal es así que, el último informe de JICA ha revelado la existencia de más de mil tanques que pueden contener 1.500.000 metros cúbicos de combustible y otros cientos de miles de sustancias químicas, lo cual, podría ocasionar una reacción en cadena, donde una onda expansiva abarcaría un radio de 3 kilómetros, una verdadera catástrofe.

Ante estas condiciones hacen falta una serie de acciones y soluciones de rápida aplicación que permitan en primer lugar relocalizar a los vecinos de Inflamable en otros barrios menos vulnerables y seguros para prevenir nuevas enfermedades, al tiempo que, se realicen mayores estudios que permitan conocer más en detalle el estado de salud de los mismos, así como también las intervenciones necesarias para garantizarles un mayor desarrollo en su vida cotidiana.

A ello, se suma la necesidad de contratar especialistas que puedan darles a los habitantes un diagnóstico seguro sobre las enfermedades, ya que en su mayoría los afectados deben trasladarse al Hospital Sor Ludovica de La Plata, ubicado a dos horas de Inflamable. Además, sería preciso capacitar a nuevos especialistas que trabajen en áreas más cercanas y que puedan determinar el estado de salud de los mismos facilitando al mismo tiempo un control más prolongado. De manera que, estas medidas podrían revertir la situación garantizando un mayor acceso a la salud y protección social de los vecinos del lugar.

La indiferencia y la ausencia del Estado Nacional y provincial, así como también de los organismos encargados de sanear el lugar aún hoy está lejos  de remediar la situación. Si como sociedad no pensamos nuevos planes que ayuden a revertir la situación en el lugar la contaminación se extenderá