Covid19: Efectos a largo plazo
La gran mayoría de los que contraen COVID-19 se recuperan en el transcurso de algunas semanas. Sin embargo existen otros pacientes, incluso aquellos que cursaron la enfermedad sin necesidad de internación, que continúan presentando síntomas luego del alta médica.
Los resultados de un estudio realizado en Wuhan (China) publicado en The Lancet, mostraron que 2 de cada 3 pacientes reporta seguir con secuelas de la enfermedad hasta 6 meses después de haberla contraído. También existen aquellos que se recuperan rápida y completamente semanas después de haberse contagiado, pero empiezan con síntomas meses después de curados. Los efectos a largo plazo del coronavirus es algo de lo que casi no se habla en Argentina pero sí en países de Europa, Asia y América del Norte.
Fatiga, mareo, dificultad para respirar, alteraciones del sueño, imposibilidad de regular la temperatura corporal, caída del cabello, depresión, dolor muscular y de articulaciones son algunos de los síntomas que persisten en personas que contrajeron SARS-COV-2. Estos síntomas pueden dividirse en 3 grandes categorías: pulmonares, cardiovasculares y neurológicos.
Los órganos que comúnmente pueden estar más afectados por COVID-19 son:
- El corazón – estudios realizados meses después de haberse recuperado de la enfermedad mostraron daño en el músculo cardíaco, incluso en personas que tuvieron síntomas leves de coronavirus. A largo plazo, esto podría resultar en insuficiencia cardíaca o complicaciones cardiovasculares.
- El cerebro – el contraer coronavirus puede aumentar el riesgo de desarrollar las enfermedades de Alzheimer y Parkinson, entre otros tipos de demencia. También puede causar accidentes cerebrovasculares (ACV), convulsiones o parálisis temporaria. Todo esto es ocasionado por la suma de pequeños derrames en los vasos sanguíneos e inflamación del órgano.
- Los pulmones – la neumonía asociada a la infección viral por COVID-19 causa que los alveolos en los pulmones se dañen. Los alveolos son pequeñas bolsitas de aire en los extremos de los brónquios. Los brónquios son tubos de aire que se encuentran en el tejido pulmonar. Dentro de los alveolos se produce el intercambio de oxígeno por dióxido de carbono, proceso que nos permite respirar. Es por esto, sumado al tejido cicatrizante causado por la neumonía, que muchos pacientes continúan con dificultad respiratoria a largo plazo.
Al día de la fecha, no se sabe mucho sobre cómo COVID-19 afecta a largo plazo a las personas que contrajeron el virus
Según una investigación a cargo del Dr. William Banks de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington, existe la posibilidad de que una proteína viral llamada S1 pueda atravesar la barrera entre el flujo sanguíneo y el tejido cerebral. Esta proteína se encuentra en los “brazos” del coronavirus que se aferran a las células sanas, así entrando al cerebro que a su vez explicaría la [neblina mental] como síntoma post coronavirus. “Las proteínas virales son altamente tóxicas. Entonces, si circulan y pueden atravesar la barrera hematoencefálica, provocarán reacciones inflamatorias en el cerebro”, aclaró Banks. Se genera un cuadro de inflamación generalizada como consecuencia del sistema inmunológico combatiendo una infección.
Al día de la fecha, no se sabe mucho sobre cómo COVID-19 afecta a largo plazo a las personas que contrajeron el virus. Médicos e investigadores recomiendan tratarse con grupos multidisciplinarios de especialistas y no dejar de hacerse chequeos cada 2 o 3 meses. Se están abriendo clínicas especializadas para tratar a pacientes con síntomas persistentes de coronavirus, incluso meses después de haberse recuperado sin presentar sintomatología. A más de un año desde que se desató la pandemia por coronavirus, las indicaciones médicas esenciales siguen siendo las mismas: lavado frecuente de manos con agua y jabón o uso de alcohol en gel, uso adecuado del tapabocas y evitar multitudes.