Y dale alegría a mi corazón

Quizás la canción que más representa lo que fue Diego Maradona y el fútbol sea la única de las canciones maradonianas que no están dedicadas directamente a él. Parece una ironía de las tantas que tiene detrás la vida del mejor jugador de la historia del fútbol. 

La canción es “Y dale alegría a mi corazón”, de Fito Páez. Un himno de los 90 que nos cansamos de escuchar con imágenes de Maradona detrás. No sé si la profundidad de cada frase la termino de entender hoy, con el fallecimiento de Diego o si siempre estuvo ahí, enseñándonos que el fútbol puede llegar a ser el fenómeno más democrático y popular del mundo.

El fútbol -o el deporte en sí- no es importante. No te llena la heladera de comida ni te devuelve el abrazo de un ser querido que se fue. No te paga el sueldo a fin de mes ni le enseña a estudiar a tus hijos. El fútbol no te ayuda a resolver los miles de problemas que tiene la vida; pero cada tanto… le da alegría a tu corazón y Diego Armando Maradona les dio alegría a los corazones del mundo. Argentinos, latinoamericanos, italianos y muchos más. Inspiró a millones de chicos a patear una pelota, a competir, a superarse y a entrenar.

EL FÚTBOL PUEDE LLEGAR A SER EL FENÓMENO MÁS DEMOCRÁTICO Y POPULAR DEL MUNDO. ES UN DEPORTE QUE LE DA ALEGRÍA A TU CORAZÓN Y DIEGO LES DIO ALEGRÍA A LOS CORAZONES DEL MUNDO.

La canción remarca frases como “es lo único que te pido, al menos hoy” o “que si me das alegría estoy mejor”. No hay nada más democrático que el fútbol y en este caso, Maradona. Podes ser pobre, no tener plata para darle de comer a tus hijos, ser un fracasado o vivir frustrado; pero por un rato te le plantás a cualquiera. Salís a la calle con el pecho inflado. Sos campeón del mundo y no te importa nada más ¿Está bien? Seguramente no, pero el corazón te late de alegría y quizás de eso se trata la vida porque por un rato afuera se irán las penas y el dolor.

No tuve la posibilidad de conocer a Maradona. Solo lo vi una vez y era muy chico. Lo recuerdo muy profundamente. Lo recuerdo muy profundamente. Era la inauguración de unas canchas de fútbol 5, paradójicamente en Bella Vista, su lugar de eterno descanso. Aquel día Maradona transformó el aire del lugar, como lo hacía en cada presentación a la que iba. Era su carisma y la identificación que cada persona tenía con él. Eran las alegrías que él les había dado y las sonrisas que fue dibujando a lo largo de toda su carrera.

Hoy, cuando termine el día, el cuerpo de Diego estará enterrado en un cementerio. Quedará el recuerdo imborrable de su vertiginosa carrera como futbolista. Hay gente que lo considera un Dios; quizás la última ironía de su vida. El Dios más humano de la historia. No hay persona que se haya equivocado más que Maradona y él lo sabía. Pero no te preocupes Diego, a donde vayas, las sombras que aquí estuvieron no estarán. Seguramente habrá una pelota. Queremos verte hacer jueguitos y seguramente no necesitaremos nada más.