Wamangituka, el apellido que llegó al fútbol grande bajo extorsión y amenazas
Luego de jugar una gran temporada con el Stuttgart y sentir la contención necesaria en el Club alemán, se animó a contar su verdad y revelar su verdadera identidad. Esta es la historia de Silas Katompa Mvumpa o Silas Wamangituka como lo conociamos hasta hace unos días.
El sueño de convertirse en futbolista profesional es algo común alrededor del mundo para muchos jóvenes. Ahí es cuando muchas veces aparecen representantes que aprovechan la ilusión y desconocimiento de estos chicos para sacar tajada a su favor. Algo así pasó con el actual jugador del conjunto alemán que se animó a contar su historia y revelar su verdadera identidad y edad.
Todo comenzó en 2017 cuando fue invitado por el Club Anderlecht de Bélgica a realizar una prueba para formar parte de sus divisiones juveniles cuando tenía 18 años. Para ello, recibió un visado con su nombre y fecha de nacimiento reales que sería válido por tres meses, desde el 15 de agosto al 14 de noviembre de dicho año, para dejar su Congo natal y viajar al país europeo en busca de su sueño.
Prueba mediante, sin un familiar a su lado y cumpliendo los 19 años un mes antes que finalice dicho visado, la entidad belga se mostró interesada en sumarlo pero para ello debía volver a su país de origen y tramitar un nuevo permiso.
Por esos días, apareció el mencionado representante que aprovechó la soledad del joven y lo manipuló para no volver al Congo, llenándolo de miedos aludiendo que no podría volver a Europa si regresaba a su país. Así, su apoderado se aseguró que la relación entre el chico y su Club de formación quede interrumpida y pueda ser dueño de toda su ficha.
De esta manera se llevó a Silas a París, donde residía, y a partir de allí todo cambió. Su apoderado falsificó los documentos del jugador alterando su nombre de Silas Katompa Mvumpa por Silas Wamangituka y su fecha de nacimiento al 6 de octubre de 1999, cuando en realidad su natalicio era exactamente un año antes.
En consecuencia, el representante del que no se filtró el nombre controlaba la identidad del futbolista y también sus ingresos, ya que el jugador no tenía acceso a su cuenta bancaria, y lo mantenía controlado bajo la constante amenaza que si contaba todo no podría obtener ningún permiso de residencia ni volvería a jugar al fútbol.
No fue hasta su llegada a Alemania a mediados de 2019 que comenzaron a aparecer ciertas dudas sobre la identidad de Wamangituka con la presentación de sus papeles.
Para el año siguiente, el delantero pudo alejarse de este representante y cambiar de apoderado y con la contención brindada por el Stuttgart pudo contar su verdad.
“He vivido con miedo constante en los últimos años y también estaba muy preocupado por mi familia en el Congo. Fue un paso difícil para mí revelar mi historia. Solo me atreví a hacer esto con el apoyo de mis nuevos consultores. Me quedó claro que ya no tengo que tener miedo y que podemos poner todo sobre la mesa juntos. No me hubiera atrevido a dar este paso si el Stuttgart, mi equipo, no se hubieran convertido en un segundo hogar para mí, donde me siento seguro. Hoy estoy muy aliviado y espero poder utilizarlo para animar a otros jugadores que han tenido experiencias similares con agentes. Estoy profundamente agradecido al VfB Stuttgart por toda la confianza y el apoyo que han mostrado durante este tiempo” expresó el futbolista congoleño.
Quien también comentó sobre el tema fue Sven Mislintant, director deportivo del elenco alemán, que dijo: “Silas sigue siendo el jugador y la persona que se ha abierto camino en los corazones de nuestros fanáticos y sus compañeros de equipo desde que estuvo aquí en Stuttgart. En cuanto al cambio de nombre, es sobre todo una víctima. Lo protegeremos en consecuencia. Tengo un gran respeto por el hecho de que a su corta edad estaba casi solo y sin conocer las consecuencias se atrevió a dar el paso para esclarecer su situación. Continuaremos ayudándolo de todas las formas posibles. Silas es parte de la familia VfB”.
Por su predisposición a contar la verdad y cooperar con el tema, ya que Silas no sacó ningún beneficio y fue una víctima, se le brindó un pasaporte y un visado válido, como también la posibilidad de recuperar su nombre y fecha de nacimiento.
A partir de ahora comienza una nueva historia para el joven jugador del Stuttgart que bajo su verdadero nombre buscará continuar creciendo en su equipo en donde ya disputó 58 partidos, anotando 21 goles y aportando 10 asistencias.