Sustentabilidad: ¿Conciencia o tendencia?

A medida que pasa el tiempo, la protección de la naturaleza es un tema que adquiere mayor relevancia. Individuos, ONG’s o grandes empresas: el cuidado del medio ambiente se volvió una prioridad para muchos. Desde campañas de reciclaje hasta la prohibición de productos como sorbetes de plástico, pequeños cambios que tienen un gran impacto a nivel mundial. 

En el ranking global de países con mayor consumo de carne, Argentina ocupa el cuarto lugar. Lo anteceden Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda. Se calcula que éstas naciones superaron la ingesta de 100kg de carne por persona anualmente. Cada vez son más rigurosos los estudios que demuestran una directa relación entre el consumo excesivo de carne roja con enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y mayor predisposición para ciertos tipos de cáncer. La producción de carne vacuna lidera cuando se habla sobre su impacto en el medio ambiente: uso de recursos naturales como el agua o la tierra y la emisión de gases de efecto invernadero.

Si bien diversas actividades industriales a gran escala son las que más contribuyen a contaminar el planeta, reevaluar nuestros hábitos y hacer cambios desde lo individual es un excelente punto de partida. La disponibilidad de productos veganos y eco-friendly en el mercado argentino es reducida, pero existe. Hay un crecimiento notable en marcas o emprendimientos que se dedican a elaborar y distribuir productos veganos, plastic-free y sustentables: supermercados libres de envases o cosméticos sin químicos.

Si bien diversas actividades industriales a gran escala son las que más contribuyen a contaminar el planeta, reevaluar nuestros hábitos y hacer cambios desde lo individual es un excelente punto de partida

Hay 2 elementos centrales que contribuyen al daño del planeta tierra: Por un lado, el plástico de un solo uso y por otro, el alimento que ingerimos. No hace falta ir al extremo de no usar más plástico ni dejar de comer carne. Pero sí es importante informarnos sobre el proceso de producción de lo que consumimos y el efecto que tiene en el ecosistema. Por ejemplo: una botella de plástico tarda 450 años (aproximadamente) en degradarse y un kilo de carne necesita 15mil litros de agua para ser producido.

Una publicación del European Journal of Clinical Nutrition reveló que las personas que llevan una dieta vegana tienen más resistencia y son igual de fuertes que los no veganos. Esto va en contra de la amplia creencia establecida sobre un posible déficit nutricional por falta de consumo de carne vacuna. Pero el veganismo es más que una dieta… es un estilo de vida que va en contra de la explotación animal de cualquier tipo.

Respecto al plástico, hay 5 cambios que uno puede hacer desde lo particular y no afectan negativamente nuestra cotidianeidad: usar bolsas de tela, usar botellas de agua reutilizables, utilizar sorbetes lavables de metal o biodegradables y por último, comprar alimentos frescos que no contengan envoltorios de plástico. 

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