Los equipos argentinos y la Copa Libertadores: un sueño que chocará contra los conjuntos brasileños

El 24 de noviembre volverá a rodar la pelota en la Copa Libertadores, esta vez, por los octavos de final. Y tres argentinos serán, al menos en los papeles, animadores de esta instancia decisiva de la competición de clubes más importante de América.

River, Racing y Boca intentarán dar la talla en sus respectivos encuentros para sortear a sus rivales de turno (todos brasileños) y acceder a la llave de cuartos de final. Pero los tres deberán superar diferentes obstáculos.

El Millonario fue el más favorecido por el sorteo: enfrentará a Athletico Paranaense (ida 24/11 de visitante y vuelta 1/12 en la cancha de Independiente) que marcha anteúltimo en el Brasileirao y se encuentra en zona de descenso. River ya sabe lo que es ganarle a los de Lucho González y compañía, ya que los venció en la final de la Recopa 2019 por un global de 3-1.

En el grupo C, el equipo de Brasil fue escolta de Jorge Wilstermann de Bolivia y dejó afuera dos grandes como lo son Peñarol y Colo-Colo. Pero solo fue un espejismo. De hecho, los malos resultados en el campeonato doméstico, llevaron a los dirigentes del club a despedir al joven DT de 35 años, Eduardo Barros. En su lugar, asumió Paulo Autuori, bicampeón de la Libertadores como entrenador: en 1997 la obtuvo con Cruzeiro y en 2005 con San Pablo, luego de eliminar al River de Gallardo jugador en semifinales. El Muñeco buscará tomarse revancha frente al DT que agarró a un Paranaense diezmado: 16 jugadores abandonaron el club en el último año, siete de ellos titulares en la final de la Recopa frente al Millonario.

La Academia, por su parte, tendrá uno de las llaves más difíciles de toda la competición: jugará contra Flamengo, vigente campeón de la Libertadores y puntero (junto a Inter de Portoalegre) del Brasileirao. Buscará alcanzar los cuartos de final, de esta competición, por primera vez desde 2015, cuando cayó en esa instancia frente a Guaraní. Como si ya no fuera lo suficientemente complicada la serie, Racing deberá definir en el Maracaná, debido a que salió segundo de su grupo, por detrás de Nacional. La ida será el 24/11 en el Cilindro y la vuelta, el 1/11, en Brasil.

Boca, a pesar de la gran primera fase que realizó, deberá jugar contra uno de los equipos más complicados de la Copa: el Inter de Portoalegre. El equipo dirigido por el Chacho Coudet, es el líder del campeonato doméstico de Brasil y pasa por un gran momento. Sin embargo, no pudo plasmar su gran nivel en la Libertadores. En su grupo, fue escolta de Gremio y sumó, tan solo, 8 unidades en 6 encuentros.

De todos modos, eso no significa mucho en esta competición. De hecho, equipos como San Lorenzo, en 2014, y River, un año más tarde, se coronaron campeones luego de una primera ronda paupérrima.

RACING ganó su única copa en 1967, River es el que la ganó de forma más reciente (2018 en madrid) y boca hace 13 años que no la gana.

Será un duelo parejo, pero el Xeneize tiene con qué batallar: es el último campeón del torneo argentino y se encuentra invicto desde que asumió Russo, es decir, durante todo el 2020. Claro está que hubo un parate grande por la pandemia mundial del coronavirus, pero de todos modos es muy meritorio.  

Comenzará la verdadera Copa Libertadores y los equipos argentinos sueñan con sumar un nuevo trofeo continental a sus vitrinas.

Racing la obtuvo por primera y última vez en 1967. Jamás disputó otra final y anhela hacerlo pronto.

River es el que la ganó de forma más reciente: se coronó campeón por cuarta vez, en 2018, luego del recordado duelo frente a Boca en el Santiago Bernabéu, que ganó por 3-1. Sin embargo, aún tiene el gusto amargo de la final perdida en Lima frente a Flamengo, cuanto estaba acariciando su quinta conquista, el año pasado.

Boca no levanta la Libertadores desde 2007 y en los últimos años no hizo más que acumular disgustos: perdió con su clásico en 2015 (octavos), 2018 (final) y 2019 (semifinal), pasando por la semifinal de 2017, en la que cayó frente a Independiente del Valle. Buscará una nueva revancha. Para colmo, por el cuadro que arrojó el sorteo, solo puede cruzarse con el Millonario en la final. ¿Se reeditará? Se verá. Mientras tanto, cada equipo alimentará su sueño continental a base de esfuerzo y fútbol, claro está.