Agustina Girón: “Siempre que me llega algún tipo de información, la máxima es chequear, rechequear y volver a rechequear”
Por Matías Enríquez
Profesionalismo y credibilidad. Dos conceptos que resultan difíciles de vincular a varios periodistas argentinos. Dos conceptos que no parecen poder ir juntos en estos tiempos de poca rigurosidad, velocidad informativa y desprestigio de la profesión. La periodista Agustina Girón no sólo ejerce el periodismo con pasión y verdadera vocación de servicio sino que además es una periodista que trabaja con el mismo profesionalismo, ya sea en aquellos años cuando cursaba los pasillos del entonces Instituto de Comunicación Social (ICOS) de la Universidad Católica Argentina como también ahora cuando informa en La Nación +, luego de chequear y chequear lo que luego dirá al aire. En dialogo con El Observador Online, Agustina conversa de todo, desde su nominación al Martín Fierro en 2014 hasta estos días complejos para la labor periodística, sin dejar de lado sus informes en Chernobyl, la adaptación del periodismo a estos tiempos de pandemia y demás cuestiones vinculadas a la desinformación.
Tuviste una nominación al MF con “Crónicas de una pasión” del mundial 2014. ¿Que sentiste cuando te llegó esa nominación?
Me enteré bastante de pedo porque no pensé que nadie de APTRA había mirado el programa. Para los que no saben, ese programa lo hicimos muy a pulmón con tres colegas de una generación que nunca había visto llegar a la Argentina a esa instancia del mundial. Me acuerdo la cobertura de la semifinal en el Obelisco con una efervescencia tremenda y sentíamos que teníamos que ir a Brasil para la final. El documental/programa fue justamente eso, el camino no solo nuestro sino de miles de argentinos que abandonaron todo para seguir a la Argentina. Fue una locura, desde uno que comía nada más que limones con tal de estar ahí en la final. Fue algo muy a pulmón, con nuestra plata y con un auto. La nominación fue hermosa pero también gratificante en nombre de una crónica de una pasión, no solo por la camiseta sino también por el periodismo. Me enteré de la nominación por un compañero que me avisó, yo ni sabía que alguien había siquiera considerado ese programa.
Es que el fútbol moviliza pasiones que a veces roza lo disparatado ¿no crees?
Sin dudas, por ejemplo: había unos chicos de Mendoza que habían agarrado el auto. Uno renunció y el otro no había avisado en el trabajo. Cayeron por el auto por una ruta que era la equivocada y tuvieron que atravesar un río que era masomenos profundo, ayudado por un señor que estaba del otro lado del rio que los ayudó con unas maderas. Esa efervescencia que vi ahí nunca más la ví.
A título personal, para mi fue muy importante hacer esa cobertura porque la realidad es que yo he cubierto cosas de todo tipo y la realidad que siempre que una cubre deportes en el espacio del periodismo pero todavía hay reticencia sobre la mujer en el deporte. Fue importante desde el punto de vista periodístico y fue el único programa deportivo que estaba conducido por una mujer y estuvo nominado. Eso fue importante en ese sentido.
“La nominación fue muy importante desde el punto de vista periodístico y también desde el plano de que fue el único programa deportivo que estaba conducido por una mujer y tuvo una nominación”
Agustina Girón
Hay un viaje en tu carrera que debe haber sido uno de los viajes que más te marcó que fue el ir a Chernobyl ¿Que significó ese viaje en tu carrera periodística?
Fue una propuesta que hice yo en el programa que trabajaba oportunamente (La Cornisa). La verdad que fue algo que jamás hubiese surgido así que la verdad que fue muy por mi cuenta. Unos días antes de mis vacaciones decidí ir. Fue poquísimo. Te dan dos aparatos: uno que absorbe la radiación para evitar que vaya a tu cuerpo y otro que te marca la radiación. La verdad que un poco de miedo me dio, de hecho que cuando volví a Kiev, toda la ropa que tenía fueron a un tacho de basura. Mucha gente me recomendaba que no vaya a ese viaje. Hasta recibí criticas de gente que no estaba de acuerdo que haga ese tipo de notas. No niego que a veces las cosas sean un poco arriesgadas pero está en la pasión que uno siente por esta profesión.
Hay muchas personas que siguen El Observador que estudian comunicación y periodismo ¿que recomendación le darías a quienes quieren estudiar la carrera?
El periodismo es hermoso y me ha dado momentos hermosos pero es verdad que tiene un ritmo medio heavy metal. Ser conscientes que a veces puede llegar a ser un poco fuerte pero que realmente si hay vocación vale muchísimo la pena. Si esa vocación está, por más difícil que sea, siempre se llega. Para mí es importante tener estas ganas de hacer cosas que surjan de uno mismo. A veces no hace falta llegar a grandes medios para hacer cosas, hoy tiene plataformas importantes para mostrarse. Me parece que hay que aprovechar a hacer cosas, el tipo de cobertura que harías, si tenés algún tema anda a hacer historias, coberturas en instagram. En definitiva, seguir el instinto periodístico.
La comunicación tiene un montón de aristas, rangos y espacios. Se necesitan comunicadores desde políticos hasta la empresa. Hay un mundo entero para descubrir. Siempre uno tiene que aprovechar a tomar café, dialogar con la gente. Todos son futuros contactos. Es lindo conocer las historias de la gente. Desde el periodismo se puede ayudar y es lindo ver cuando uno genuinamente quiere escuchar a alguien y del otro lado, algunas cosas se empiezan a solucionar.
¿Como ves que se está ejerciendo el periodismo en estos locos tiempos de pandemia?
Están siendo momentos especiales para todos. Dentro del periodismo no es la excepción. Los primeros días de la pandemia fue todo muy difícil, tenemos el rol en este momento tan importante de informar pero en términos concretos ¿cómo hacemos? No podes ir a la casa de alguien a hacer una nota o meter gente en el estudio. Fue abrumador al comienzo.
¿Cómo se adaptaron en LN+ y cómo han utilizado las nuevas herramientas?
El Zoom o el skype en algunos medios se lo veía como que se está rebajando al entrevistado. La realidad no es así. Es bueno aprovechar cualquier plataforma para dar una voz más. Esto dio vuelta el tablero y ahora las notas por zoom son lo mas habitual. Nos permitió llegar a un montón de lugares. Permite también hacer notas en el exterior. Eso está buenísimo pero si es verdad que ha ido cambiando desde el primer mes, después se empezaron a relajar un poco las cosas, tomando los cuidados que hay que tener.
La gente consume todo tipo de contenidos. Nosotros seguimos saliendo todos los días pero me imagino que para los que están hace tanto tiempo en casa debe estar bueno tener cosas para consumir. De a poco lo vamos sobrellevando tomando los cuidados y cumpliendo todos los protocolos.
¿Que recaudos tomas vos como periodista frente a la desinformación, a la hora de realizar cierto chequeo de la información?
Como bien decis, el chequeo es fundamental. Siempre que llega algo la máxima es chequeo, rechequeo y luego rechequeo. Se cae muchísimo en la desinformación. El caudal de lo que nos llega por WhatsApp es terrible.
Imagino que a uds. les debe llegar informaciones en detrimento del otro lado de la “grieta”. Uds. chequean y revisan los datos ¿Crees que todos los periodistas están en esa sintonía?
Todavía hay una gran cultura del chequeo aunque eso no significa que lo hagan todos. He visto muchas cosas maliciosas que suceden en Argentina y todo el mundo. Lamentablemente hay muchos intereses en el medio, por temas de malicia pero también por el apuro que tienen los programas en vivo. A mi me preocupa más que no haya una fe de erratas cuando se incurre en el error. Puede pasar, pero hace cargo. Chequear y chequear siempre. En LN+ estoy conduciendo el especial del coronavirus. Yo cada vez que doy una información averiguo todo porque tengo pánico de decir algo que no sea porque estamos viviendo una pandemia mundial. Ahi siempre a la fuente oficial. Hablar con médicos y sobre todo, no hacerlo a la ligera.
“Siempre que llega algún tipo de información, la máxima es: chequeo, rechequeo y luego rechequeo de vuelta. Se cae muchísimo en la desinformación.
Agustina Girón
¿Como manejas como periodista la objetividad y como separas la opinión a la hora de analizar las cosas?
Lógicamente la objetividad en sí misma no existe pero eso no significa que uno tenga que ejercer el periodismo con el mayor profesionalismo posible. La objetividad es una utopía porque uno siempre viene marcado por la ideología y por lo que te pasó en la vida. No hay que ser iluso a la hora de consumir los medios. Si creo que hay que tratar de ser lo menos subjetivo posible y dar la información correcta. Estoy cansada del concepto de la grieta en mi caso personal. Yo trato de pensar en datos. Datos, no opiniones.
¿Que opinas del periodismo militante?
A titulo personal no lo desmerezco pero en términos personales no es algo a lo que quisiera llegar. Si bien la objetividad no existe si hay que tratar de ser lo menos subjetivo posible y considero que el periodismo debería tratar de informar. La militancia justamente hace querer convencer de una idea puntual pero a veces me parece peligroso que ese convencer se mezcle con el concepto del periodismo. El periodismo no va por ahí. Si puede haber una militancia de la comunicación. El periodismo debería ir para otro lado, no en términos propagandísticos.
¿Como pensas que va a ser el país postpandemia?
Económicamente va a ser complejo para nosotros y para todo el mundo. El barbijo y la distancia social será algo que llegó para quedarse. En mi caso no vivi la cuarentena porque seguí yendo a laburar. Al principio me sentía mala onda por no saludar a la gente con un beso o dando la mano. En esos términos de la vida cotidiana no nos saludamos más en el trabajo, algo que parece chico o mismo no compartir el mate. Son cosas de la vida diaria que a mi me están resultando rarísimas.
El periodismo a veces por ahí con una cuestión de perspectiva o de proyección en un contexto que está más sensible ¿no?
En ciertos momentos se generó pánico y lo vi en personas allegadas. La vida va a tener que continuar. El barbijo y la distancia social son cruciales. Los medios ahí tienen un rol pedagógico para explicar porque tenemos que ser responsables. Las conjeturas le hacen mucho daño a lo que comunicamos. Por eso veo imprescindible que chequeemos, que la información este sustentada en las fuentes oficiales. La verdad es que las cosas cambian mucho y hay gente que está trabajando para saber en qué consiste este virus. Cuando un periodista informa diciendo “yo pienso que” o “me parece que” es un error profesional.
A veces está el error de fuentes oficiales incluso cómo fue el caso del presidente con las bebidas calientes. Dentro de lo que se pueda uno debe ser responsable y más en estos tiempos. En términos de fake news se ha visto mucho en esto de la “grieta” que unos tiran dardos para el otro lado y los otros los devuelven y eso hace mucho daño a la credibilidad cuando los periodistas son los que articulan esos ataques.
Si sin dudas y como bien decís, pasa en ambos lados de la grieta por lo que recomendaría decir “No a la grieta”.